Conociendo Hispania y la más pequeña de las islas canarias en extensión territorial

Imagen tomada de…

El Hierro es la isla más occidental y por tanto más alejada de su propia CCAA y de la Unión Europea. Sólo cuenta con  268,71 km². También su población es escasa y cuenta con la menor cifra, esto es 10.960 habitantes.
El nombre de su capital es Valverde  adonde residen casi 5 mil personas

En el año 2000 fue declarada Reserva de la Biosfera y como ya sabemos pertenece a la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Desde el siglo XVIII, se viajaba a esta isla para tomar las aguas curativas del Pozo de Sabinosa o de la Salud.
La isla también destaca por sus fondos marinos y sus centros de buceo.
Recién, en el año 2011, El Hierro tuvo lugar una erupción volcánica submarina que fue noticia en España pero que ya en estos momentos ha cesado. Es conocido que la profundidad de la capa volcánica se encuentra a sólo 88 metros de profundidad, cerca de la localidad de La Restinga, en el Mar de las Calmas.

Hay 178,75 km  de distancia entre Villa de Valverde y Santa Cruz de Tenerife y 207,22 km si el trayecto se realiza en barco hasta Los Crisitianos, en Tenerife y luego continúa por carretera.

 

Conociendo Hispania, Municipios herreños

La isla se divide en 3 municipios con sus respectivos ayuntamientos, integrados en la FECAM (Federación Canaria de Municipios), regidos por la legislación básica de régimen local y sus respectivos reglamentos orgánicos.
Los municipios, formados por varias poblaciones, son los siguientes:

Valverde: 5.035 habitantes
La Frontera: 4.124 habitantes
El Pinar de El Hierro: 1.801 habitantes

Porcentaje sobre el total de Canarias: 0,5%

La isla tiene una población de 10.960 habitantes, según el Instituto Canario de Estadística (ISTAC). A lo largo de la historia ha sufrido un declive demográfico debido a las penurias económicas y a las prolongadas sequías. Esta tendencia se ha revertido en los últimos años, en buena medida gracias a la vuelta de muchos emigrantes que se habían establecido en Venezuela.

Sus pobladores reciben el nombre de herreños/as.

La fiesta más importante de El Hierro es la Bajada de la Virgen de los Reyes, que se celebra cada cuatro años, el primer sábado del mes de julio. Durante la fiesta se traslada a la patrona de la isla, desde su santuario en La Dehesa (La Frontera) a la capital de la isla (Valverde), haciendo un recorrido de 44 kilómetros (camino de la Virgen) que atraviesa todas las localidades de El Hierro. A la imagen la acompañan los bailarines que realizan el tradicional baile de la Virgen, ataviados con trajes blancos y rojos, con gorros de colores llamativos, mientras hacen sonar sus instrumentos musicales: chácaras y pitos (una especie de flauta). La duración de la fiesta es de aproximadamente un mes. A ella acuden casi todos los habitantes de la isla además de unos 4 mil visitantes.30 Además de las fiestas patronales, todos los años se celebran otras festividades y fiestas locales en diferentes núcleos y barrios de los pueblos de la isla

Vista del aeropuerto de la Isla

 

Conociendo Hispania, Herreños ilustres

Valentina Hernández: Cantadora y tamborilera conocida como Doña Valentina, la de Sabinosa. Figura legendaria del folclore canario.
María Mérida: Cantante canaria, hija predilecta de El Hierro.41
Francisco Pérez Machín: Pollito de la Frontera, luchador herreño famoso
Benito Padrón Gutiérrez: Cantante popular y folclorista, valedor de las tradiciones y costumbres del Valle de El Golfo.
José Padrón Machín (El Pinar, 1905 – Santa Cruz de Tenerife, 1996): Cronista Oficial de El Hierro. Periodista.

Curiosidades

En el siguiente vídeo podrán apreciar las características y curiosidades más relevantes de la isla.

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Los sabinares

Una de las características de El Hierro, y que además salen en el vídeo son las sabinas. ¿Y qué son? Pues esos árboles retorcidos tan curiosos que hemos visto múltiples veces. Algunas personas se piensan que esa es su forma natural, pero nada más lejos de la realidad porque hay otros lugares de la isla donde tienen forma de árbol “normal”. Esa postura la adquieren porque han nacido en una zona muy ventosa y el viento que les ha dado durante su crecimiento, los ha doblado de esta manera tan curiosa.

Los sabinares (los bosques de sabinas) eran muy comunes en las islas, de hecho, también se encuentran en Tenerife, La palma o La Gomera, pero sin duda uno de los reductos más importantes de sabinar que actualmente sobreviven lo encontramos en la isla de El Hierro.

El sabinar de El Hierro se encuentra en La Dehesa, una zona de pastoreo. Pero podéis encontrar más información aquí.

El Charco Manso

Es una playa que me han contado que es bastante tranquila y con una agua cristalina (y fría), ideal para tener buenas vistas y estar fresquito. La playa está un poco alejada, pero precisamente por eso es muy tranquila e ideal para pasar un día sin que nadie moleste. Eso si, no hay arena, es todo roca.

Conociendo Hispania, Otras curiosidades del Hierro

A la Isla de El Hierro, del  archipiélago canario, también se la conoce como la “Isla del Meridiano”.

¿Y por qué se llama así?

Pues porque no siempre el Meridiano Cero estuvo en Greenwich. Durante siglos el Meridiano Cero estaba en El Hierro, más concretamente en Punta de la Orchilla. Antes de descubrirse América, cuando la tierra era plana para sus habitantes, la isla de El Hierro era el extremo más occidental del mundo.

En el siglo segundo de nuestra era, Ptolomeo consideró como “Meridiano Cero” al que pasaba por el extremo occidental de la isla y así se mantuvo durante años.

En 1634 el Cardenal Richelieu reunió en París a matemáticos, astrónomos y demás hombres de saber para establecer un meridiano cero, de tal forma que sirviera de referente para todos los países. Se mantuvo la decisión de Ptolomeo y El Hierro siguió siendo el punto de referencia.

Un decreto de Luis XIII determinaba que los franceses no atacarían barcos españoles al este de este Primer Meridiano, ni al norte del Trópico de Cáncer. Así permanecieron las cosas hasta que a mediados de la década de 1880 (concretamente el 13 de Octubre de 1884*), en una conferencia celebrada en Washington se decidió moverlo hasta su posición actual.

Leyendas herreñas: El Garoé

Cuenta la leyenda que desde antiguo hubo en El Hierro un árbol que manaba agua. Los bimbaches lo llamaban Garoé (‘río, laguna’) y era uno de sus bienes más preciados al no haber en la Isla más fuente que sus hojas. Cuando llegaron los conquistadores, los bimbaches decidieron mantener en secreto el escondite de su Árbol Sagrado. Lo hacían con la esperanza de que los extranjeros abandonasen el lugar al no hallar en él ni ríos ni manantiales.

Sin embargo, el secreto sólo se guardó durante un tiempo: una joven isleña se enamoró de un soldado europeo y acabó mostrándole el lugar donde se hallaba el Garoé. Los conquistadores no tardaron en apoderarse del árbol, acabando así con la libertad de los bimbaches, quienes condenaron a muerte a la traidora.

Hasta aquí la tradición, pero, ¿qué hay de cierto en la leyenda del Garoé, el Árbol Santo de El Hierro?

Conociendo Hispania y la Emigración a América Latina

Chá Avelina Torres

Ya que estamos apuntándonos a supersticiones, vamos a acercarnos a Las Tocas, a la casa donde vivió Chá Avelina Torres. Quizá todavía está el lebrillo que la última bruja de El Hierro tenía en el centro de la casa, lleno de agua. ‘Ese agua que está ahí -decía Chá Avelina señalando el lebrillo- es el agua del mar. -Y echaba el agua por el suelo la casa – por este mar yo puedo ir a Cuba.’

Cuba y Venezuela. Hasta allí fueron muchos herreños para matar el hambre. A veces la emigración la promovían las autoridades, pero otras veces fue clandestina. Así salían veleros como Joven Gaspar o El Saturnino que en los años cuarenta del siglo pasado desafiaban las prohibiciones. A veces los emigrantes huían en dirección contraria. Cuenta Cirilo Leal en su libro “Memoria viva del pueblo del Hierro” que Martín y Ramón Méndez se llevaron a Cuba la afición a la lucha canaria. En la perla caribeña los emigrantes herreños participaron en una luchada y tumbaron a todos los luchadores locales. Méndez y Martín debieron largarse de allí para no complicarse la vida. Ramón Méndez fue casi un mito, hoy el pollito de la Frontera sigue su estela

 

En Conociendo Hispania, Compartimos con vosotros este trabajo de Cristina Junyent

El artículo se titula «Entre lajiales y brumas. Una historia de la población de El Hierro a través de sus matrimonios». (puede bajarse en este enlace)

Desde los primeros años de la colonización española del Nuevo Mundo, la emigración de Canarias a América, tanto clandestina como legal, fue una práctica habitual y continua. ¿Qué causas la determinaron? La emigración siempre ha actuado como reajuste de fuerza de trabajo, de los excedentes de población, provocados por un aumento demográfico debido a una mantenida tasa de natalidad elevada y mortalidad disminuida, y como válvula de escape a conflictos sociales.

Mientras las islas se colonizaban, el comercio trasatlántico llevaba en un sentido mercancías europeas, esclavos africanos y vinos isleños, y en el sentido opuesto, oro, plata y frutos indianos. Desde 1522 los viajes, además de mercancías, transportaban pasaje a las Antillas mayores, Cuba, La Española (Santo Domingo) y Puerto Rico; y al Caribe, Cartagena (Colombia) y Cumaná y Caracas (Venezuela). Así, tuvo que aumentar a partir de la segunda mitad del XVI: entre 1509 y 1559 los emigrados con licencia alcanzaron la cifra de 15.480; pero la emigración real se debe estimar en un 50% más, por los ilegales.

En este gran trasiego demográfico, no todos los que zarpaban del archipiélago eran naturales de Canarias, sino que muchos eran peninsulares trasladados a las islas con el fin de emigrar, ya que era más fácil escapar al control de las autoridades. Por supuesto, la población ya avecindada en las islas y sus naturales engrosaron también este primer contingente emigratorio. De tal modo fue la emigración en las islas que, en el último cuarto del siglo, las reales cédulas de 1574 y 1599 prohibieron la emigración canaria a las Indias, por controlar una recesión demográfica en las islas. A pesar de ello, entre 1585 y 1645 hubo el segundo aporte migratorio de las islas hacia Cuba y Caracas.

Desde la segunda mitad del siglo XVII, con la caída del precio del azúcar por el desarrollo de los ingenios en las Antillas, los indicadores de pobreza habían subido a la par que la frecuencia e intensidad del hambre y la muerte. Con el objetivo de disminuir tensiones y desarrollar la política de colonización americana, se revocó la prohibición de emigrar de las islas y, en 1678, se decretó el Derecho de familias, vigente hasta 1749.