“La justicia es como la serpiente que sólo muerde a los descalzos”. Monseñor Óscar Arnulfo Romero (citada por E. Galeano)
Una lápida para la diáspora hispana
Ley Nacionalidad España
Esta frase del Monseñor Romero es definición plausible para la diáspora hispana
¿Ha habido Justicia con la emigración hispánica?
Nada más alejado de la realidad. Se han hecho intentos incompletos
Se avanzó con la Ley de Zapatero en 2008, pero…
Pero hubo muchos cabos por atar en esta disposición. Las mujeres españolas emigrantes, la división de la familia de los que tienen el derecho de sangre y otros muchos casos.
Y limitación a 3 años de aplicación, cuando este derecho debería ser permanente porque permanente es el ‘ius sanguinis‘
Siempre el estado español ha sido cicatero con los emigrantes y con sus familias.
A estos, al parecer, se refería también la frase del Sr. Romero: «los descalzos a los que siempre le mordió la Justicia española».
Son tantas las ideas, como las penas, que quisiera exponer ahora. Me sucede como la letra de la canción del cubano Sindo Garay:
«…las penas que a mi me ‘matan’, son tantas que se atropellan …«.
Las penas a las que me refiero son los olvidos y agravios a la diáspora, que da título a este post.
Porque la serpiente «justiciera» romeriana siempre ha mordido a los expatriados españoles.
La lejanía, con el Atlántico por medio, ha sido la soledad que ha acompañado a la Emigración
Pocos, pero muy pocos, en España se han merecido una excepción. Se han hecho amagos pero todos han quedado en terreno poco fértil
Un sacrilegio: hacer imposible el voto de la diáspora
Ley Nacionalidad España
Hace unos años leí algo que me sorprendió, se trataba de la llamada maldición del saber o del conocimiento.
Y esto lo comprendí rápidamente porque yo lo he vivido en carne propia.
Quedaba perplejo cuando alguien me preguntaba algo, que para mi fuero interior, había dejado super claro en lo que acababa de exponer
De eso se trata esta ‘maldición del conocimiento’: saber demasiado, o mejor, saber mucho de algo, no te convierte en un buen candidato a explicarlo.
Y esta lectura acerca de la maldición me ha hecho ir poco a poco dejando de pensar que los demás saben lo que escribo porque la audiencia para la que escribo no tiene por qué tener el mismo nivel de información que este inhábil redactor
Hay que bajar hasta el lenguaje y la experiencia de la audiencia. De lo contrario me dejan con mi discurso y no empatizo con ellos. Esa es la pura verdad.
Decía alguien a quien ya he mencionado, que ”El lenguaje hermético no siempre es el precio inevitable de la profundidad»
Intento entonces decirlo claro, mal y rápido.
La poca influencia de la diáspora hispana está en la pérdida de su acceso a las elecciones españolas.
En cada nueva llamada a las urnas ha ido disminuyendo el porciento de emigrados (o su descendencia) que participan en el convite.
Pues como el voto es rogado (robado, también podríamos decir) pues importamos cada vez menos, a la clase política española.
Sabias palabras: Terradas y Martínez
Ley Nacionalidad España
Dijo recién el abogado Martínez Barros:
Los unos contra los otros, que ahora visionamos y padecemos, es una destrucción de la convivencia y el progreso, porque el progreso no viene por tener unas siglas, sino por ejercer el sentido común, la ponderación y el premio al que trabaja y produce.
Y de todo esto los emigrantes españoles sí que pueden darnos alguna lección.
Porque ¿quiénes pueden dar más muestras palpables de valor y emprendimiento que la diáspora, en los tiempos más oscuros de España?
Hablemos de la vigencia de las palabras del Letrado Manel Terradas que en 2014 apoyó el esfuerzo de este Grupo para que se aprobara una Ley de Nacionalidad para los descendientes de los expatriados.
Razonaba de esta forma el colega Terradas, sobre la necesidad de una Ley de Nacionalidad:
Se necesita básicamente porque en el contorno europeo de alrededor la tienen como son la italiana, la portuguesa excepto Andorra, el Vaticano y España.
Esta ley, como todas las leyes, abarcaría todos los supuestos de derecho a la nacionalidad… no estaríamos como nos encontramos ahora, después de múltiples reformas del código civil sobre la nacionalidad española
Dichas reformas han sido parciales, basadas en la discrecionalidad de la Administración y de las resoluciones de la DGRN
Así como que dejan a cada Consulado y a cada Registro Civil una interpretación muy amplia.
Esa ley marcaría claramente los motivos para la concesión de la nacionalidad española a todas las personas que tuvieran derecho.
Es evidente que los parches, por así llamarlo en un lenguaje coloquial…no han conseguido satisfacer a las personas que tienen derecho a la nacionalidad.
Recordar que la última Ley de Memoria Histórica ha dejado a múltiples personas fuera de la posibilidad.
Por ejemplo en la ciudad de La Habana hay casi 100 mil expedientes por resolver (Ahora en 2020 son 30 Mil)
Recordemos que desde la Constitución española de 1978 se intentó corregir el problema de la línea materna…pero todavía no la resolvió esta Ley, al no haber efecto retroactivo.
Defectos y falta de transparencia de la LMH
Ley Nacionalidad España
Por otra parte el funcionamiento tanto de consulados como de registros civiles ha sido funesto
En cuanto a la interpretación de la normativa, así como la normativa de la DGRN en sus resoluciones.
Esto conlleva a que en casos similares se hayan tomado determinaciones diferentes…Algunas veces se le ha concedido la nacionalidad y otras veces se le ha denegado.
Se ha interpretado restrictivamente la Ley de Memoria Histórica, recordemos que las leyes son superiores a cualquier tipo de interpretación, orden, decreto o reglamento pero es que para desarrollar la LMH ni tan siquiera se hizo un Reglamento.
Funcionamos a través de unas instrucciones.
Instrucciones que fueron mucho más limitativas que la propia ley.
Y la transparencia brilló por su ausencia.
A día de hoy no se conocen los resultados finales
Llevamos 10 años esperando a que se concluya el proceso en La Habana.
Resumen final
Ley Nacionalidad España
La descendencia hispana en el exterior con ‘derecho de sangre’ necesita:
- Que se promulgue una Ley de Nacionalidad para el derecho de sangre de la descendencia de la emigración
- O de lo contrario que se reforme el artículo único de la Ley 36/2002 que sólo reconoce este derecho a los hijos/as de españoles «nacidos en España»
- Que se reconozca el derecho de la mujer española emigrada a trasmitir la nacionalidad a su descendencia sin ninguna condición
- Que dichas posibles normativas u otras que puedan surgir tengan carácter permanente
- Que se anexe a la Ley o documento normativo, un Reglamento conocido y respetado por todos, incluyendo la DGRN.
- Que se busque la fórmula legal para que todos los españoles en el exterior puedan votar sin restricciones en las elecciones españolas.
- Otorgar la prerrogativa legal de Rendición de Cuentas ante el Parlamento del Consejo General de la Ciudadanía española en el exterior.
Si logramos estos mínimos, tal vez podremos salvar a la diáspora hispana de «la serpiente que muerde a los descalzos»
Edición Semanal
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