Peripecias y avatares para el acceso a la Nacionalidad por LMH de los descendientes de emigrantes españoles.
Testimonios en dos partes
De Domingo desde la Isla de Cuba (Reedición).
Testimonios I parte
Mi acceso a la nacionalidad española por LMH
Hoy me toca a mí contar cómo fue mi historia personal para acceder a la nacionalidad española como hijo-nieto de español de origen.
Todo comenzó hace casi 20 años, cuando en una conversación informal sobre la situación inmigratoria en Chile del cuñado de un colega de trabajo vino a colación el tema.
Sencillamente me comentó que su cuñado podría regularizar su situación migratoria en le país sudamericano
Si su padre accedía a la nacionalidad española pues este último era hijo de español.
Recuerdo que añadió que iba a ser casi imposible porque el señor de marras era un alto cargo del gobierno de Fidel Castro en Cuba
Y eso sería muy mal visto por sus superiores, a pesar de que ya, los hijos de Castro eran españoles
Pero como sucede muchas veces este germen informativo quedó en mi mente y comencé a digerirlo.
A los pocos días me di cuenta que mi padre tenía todos estos requisitos
Además ya conocía otras personas que pronto abandonarían la Isla por haber obtenido la ciudadanía española.
A las pocas semanas estaba en contacto con mi primo que tenía en su poder una carta del primo canario
Estaba relacionado con una pequeña finca en La Palma que supuestamente nos pertenecía por mi abuela Andrea
Empecé a reflexionar sobre el tema y a intentar buscar información al respecto.
Mi primo me entregó generosamente los documentos familiares en su poder
Me propuse hacer algo, aunque aún no tenia claro qué exactamente.
Mi atención se dirigió en dos sentidos, por un lado averiguar la posibilidad de viajar a Canarias
Para intentar vender la pequeña finca y con ello ayudar a la tremenda situación de crisis que vivía la familia
En especial los miembros de más edad, entre los que estaban mi padre y mis tíos.
Empujado hacia mis ancestros
¿Por qué seguí este camino para que me reconocieran mi sangre española?
Por otro lado inicié las pesquisas para conocer los requisitos y los documentos que debía presentar para que mi padre se hiciera español
Como hijo de dos españoles que era.
Deseaba que me fuera reconocida mi sangre española, la tenía por ambas ramas: la paterna y la materna.
Pero sobretodo (siendo bien sincero) por razones prácticas
Porque como dijo un filósofo: “el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte,
religión, etc”.
La difícil situación de crisis que vivía nuestro país en el llamado “período especial”
Y por otra parte las ventajas y prebendas que tenían en Cuba los extranjeros, era una política que se incrementaba cada día.
Es decir, por un lado intentaba obtener algún alivio para la situación de los mayores
Y por otro lado buscaba un seguro de futuro para mí y mi familia, si la crisis llegaba a alcanzarme, además de la cuestión sentimental.
Los dos objetivos fueron caminando de la mano.
Al tiempo que comenzaba a tramitar mi posible viaje a Canarias me encargaba de acopiar la documentación para presentar la solicitud de acceso a la nacionalidad de mi padre
Testimonios
La búsqueda documental es un camino difícil
Fue un camino difícil pues los documentos de la familia en Cuba no estaban a la mano y hubo que luchar duro para encontrarlos.
Recuerdo que uno de los más difíciles fue el Certificado de matrimonio de mis abuelos
No se sabía a ciencia cierta si se habían casado o no.
Algunos de mis tíos decían que sí pero otros decían que no.
Por una gran casualidad y suerte a la vez, estando en el RC de Yaguajay esperando la partida de mi padre
Se me ocurrió preguntarle si recordaba dónde se habían casado mis abuelos.
Mi papá respondió que había escuchado que se habían casado en Camajuaní y luego habían venido a una zona rural en Yaguajay
Ni corto ni perezoso le pregunté a la registradora si era posible hacer esta búsqueda en aquél pueblo
Me respondió que podría hacerse mediante llamada telefónica
Indicando a la funcionaria del RC de Camajuaní el año del matrimonio y los nombres de mis abuelos.
El año no estaba claro pero cuando logramos hablar con la señora resultó ser que el RC se había destruido alrededor de los años 40
Y antes de esa época no quedaba nada.
Esta negativa no me amilanó, por el contrario…
Se me ocurrió pensar que tal vez mis abuelos se pudieron haber casado en el propio Yaguajay
Donde habían, además, inscritos a todos sus hijos.
Testimonios
El que busca, encuentra. El que persevera: triunfa
Como la chica del Registro había sido tan diligente y amable, se me ocurrió pedirle que hiciéramos la búsqueda allí.
Para precisar el año aproximado, pedí a mi padre que me dijera cuál era el mayor de sus hermanos
Pudimos suponer que la unión pudo haber ocurrido antes de 1913, pues tía Zoila había nacido este año.
De inmediato comenzó la búsqueda pero no se encontraba nada.
Un poco en contra de la voluntad de la gentil funcionaria me atreví a prestar ayuda en la búsqueda
Esta resultaba bastante sencilla ya que todos los tomos tenían un índice con todos los asientos en la página inicial.
Bajé cuatro o cinco tomos de un estante superior y para mi suerte y sorpresa
Cuando abrí el tomo perteneciente al año 1918 de un rápido vistazo encontré los nombres de Domingo y Andrea
Contrajeron matrimonio el día 17/06/1918.
Este fue un hecho fortuito pero aligeró mucho el camino.
Otro de los escollos importantes fue la gestión de los certificados de ciudadanía y extranjería
Estos debían adjuntarse a la solicitud para que mi padre solicitara la nacionalidad.
Me puse manos a la obra pero el tema era algo complejo.
La Dirección de Inmigración y Extranjería (en adelante DIE) estaba en La Habana
Para hacer la solicitud era necesario, la partida de defunción de mi abuelo.
El tema era complejo y escabroso, poca información, falta de documentación, etc.
Testimonios
Proceso de Recuperación de la Nacionalidad de mi padre
A través de unos vecinos que ya estaban residiendo en Tenerife logré obtener la partida de mi abuelo Domingo.
Finalmente envié la solicitud de mi padre a mediados de 1999
A finales del 2000 citaron a mi padre para la firma de su nacionalidad española
Al año siguiente recibimos la partida correspondiente y obtuvimos el pasaporte.
Aquí vale aclarar que los certificados que obtuvimos de la DIE eran negativos
Es decir, mis abuelos no habían accedido a la nacionalidad cubana y tampoco se habían registrado como extranjeros.
Cuando ya había obtenido la nacionalidad para mi padre, ya tenía también bastante adelantado mi proyecto de viaje a Canarias.
Este proyecto tampoco estuvo exento de peripecias y dificultades.
Para viajar a Canarias debía demostrar que tenía la encomienda de mi familia
Para hacerme cargo de la Herencia de mis abuelos, especialmente, los de mi abuela Andrea.
Tuve que elaborar y legalizar un Poder Notarial Especial de administración a mi nombre firmado por todos los descendientes de mi abuela.
Cuando todo estaba listo, según nuestra apreciación, presentamos la solicitud de visado en el Consulado español de La Habana
Aquí tropezamos directamente contra una pared…
Se nos dijo que para demostrar mi relación con España debía aportar un documento oficial donde constaran las propiedades alegadas.
A través de dos amigos que habían viajado recién a las islas y a los que había ayudado
Logré que me gestionaran el documento en cuestión que no fue más que la Hijuela de Partición de la finca de mis bisabuelos.
Cuando finalmente se presentó al consulado la solicitud de visado no imaginábamos que aún faltaban otros escollos.
Testimonios
La salida de Cuba y las primeras ‘collejas’ * de la administración española
Cuando pedí la famosa “carta blanca” o permiso de visita al exterior, me exigieron que la hijuela de partición no sólo estuviera legalizada en España si
no además legalizada o reconocida en el Consulado cubano en Las Palmas.
Hice el intento pero las personas a las que acudí no me pudieron ayudar
Ante las perspectivas de que fuera a vencer el visado opté por buscar a un amigo de un amigo para que me hiciera una Carta de Invitación
Con el fin de obtener el permiso de salida de Cuba.
Pagué los 150 USD, hice un buen regalo al español que me prestó el servicio y esperé a que llegara la autorización.
El tiempo de espera fue de un mes aproximadamente.
Luego de otras peripecias, salí hacia la Madre-abuela patria a finales de 2001.
En Canarias intenté regularizar mi situación y obtener la residencia por mi padre
Cuando asistí a la Oficina de Extranjería de Santa Cruz de Tenerife la funcionaria que me (des)atendió, me dio la primera ‘colleja’
Se mofó de mi desconocimiento sobre el tema
Que mi padre fuera español no me daba ningún derecho adicional al resto de los extranjeros en aquella enorme cola.
Así de sencillo, me trató con total despotismo, desprecio y poca educación.
Aquí comenzó para mí un aprendizaje, el cual, aún no ha concluido.
Me prometí que yo debía conocer bien las regulaciones de Extranjería y Nacionalidad de la casa de mi padre y mis abuelos.
Hasta aquí la primera parte del Testimonio de Domingo Regalado. En la próxima entrega tendremos la segunda parte y final
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Edición Viernes
‘collejas’ * = Golpe dado en la nuca con la palma de la mano.
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