Hoy vi su blog por primera vez, tras una larga búsqueda de información sobre el status de los expedientes de Ley de Memoria Histórica.

Muchas gracias por exponer la actual situación sobre este tema. Lamentablemente, para muchos, parece obvio que el gobierno de España no tiene intenciones de resolver los cientos de miles de expedientes que aún quedan pendientes.

Mi madre entregó su solicitud en Junio del 2011 y hasta el día de hoy no ha habido respuesta. Sin embargo, es interesante notar que uno de sus primos, nacido en Cuba, recibió la nacionalidad hace unos 4 meses, siendo descendiente del mismo abuelo, a pesar de entregar sus documentos después que mi madre.

Lo irónico es que España, desde el 2005, ha otorgado residencia y ciudadanía a miles de individuos que no tienen una gota de sangre española ni recursos financieros. Lo sé bien pues he estado en España y he conocido a muchos de estos individuos.

Y como usted bien señala, muchos descendientes de españoles no tienen interés en ir a vivir a España.

Por otra parte, debido a la actual crisis, actualmente, cientos de miles de Españoles viven y trabajan en Chile, Ecuador, Panamá y otros países Ibero Americanos, lugares en donde han sido bien recibidos por la comunidad.Espero que más personas se familiaricen con su blog y que pronto se hagan esfuerzos por corregir estas injusticias.

De nuevo gracias por arrojar un poco de luz sobre este tema que afecta a miles de personas.

Atentamente,
LP

Muy bueno el comentario que nos enviaron porque definitivamente el caso de los
expedientes en tramitación del consulado general de España en La Habana queda para las calendas griegas, es decepcionante porque yo lo estoy viviendo en carne propia, desde enero del año 2012 presenté mi expediente y a estas alturas todavía no me han hecho la nacionalidad, es triste ver lo engorrosos que son los trámites y a veces siento que mi caso será precisamente como las calendas de Grecia, que nunca se materializará, nunca llegará a hacerse realidad, menos mal que como dice una vieja frase que usamos mucho aquí, ¨lo último que se pierde es la esperanza¨, no quisiera estar presente si Augusto reviviera y se percatara de las calamidades del tema de la nacionalidad española y más que nada sobre las miserias del Consulado de La Habana.GG
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