La similitud está ligada a una carencia importante
que tienen ambas ahora mismo.
Parecería inusitada nuestra intención de encontrar un parecido entre estas dos ciudades tan distantes y a veces tan cercanas. Se podría pensar que una similitud en el ámbito noticioso fuera el interés porque ambas ciudades han sido incluidas en la lista de Ciudades Candidatas a ser nombradas como una de las «7 ciudades maravillas», el 7 diciembre de 2014, que patrocina la fundación suiza New 7 Wonders.
Ni tampoco tiene nada que ver con las similitudes físicas: puertos de mar de gran importancia en su área geográfica. Ni con las respectivas poblaciones millonarias que ambas poseen.
Y tampoco tiene nada que ver que en la ciudad Condal tengamos un local con el nombre de ambas ciudades que anuncia de la posibilidad de disfrutar de la comida mediterránea y antillana, al unísono. Nada que ver.
Y nos explicamos…
Pero en la capital cubana, también conocida como Villa de San Cristóbal de La Habana o como Llave del Nuevo Mundo, tenemos peripecias o dolores parecidos. Según nuestro colaborador en Santiago de Cuba: «Por fuentes fidedignas conozco que en nuestro Consulado de La Habana sólo hay dos funcionarios atendiendo los más de 100 mil expedientes pendientes y con muy pocos deseos de que el proceso avance».
¿Entonces, ahora se puede apreciar el parecido
entre ambas ciudades en el mismo tema?
Pues buena faena le esperan a los funcionarios del Registro Civil del Consulado español en La Habana como también a los del Registro Civil en Barcelona, si las noticias son ciertas y las cosas no cambian.
Parece un chiste de mal gusto si no hubieran tantas personas esperando por el trabajo de ellos en La Habana o en Barcelona, por sólo citar el caso en concreto de estas dos ciudades.
¿Son conscientes los propios funcionarios y los responsables de estos a todas las instancias, la relevancia de su trabajo para tantas personas en este mundo?.
¿Ha estado bien un Plan Intensivo de la Nacionalidad por residencia en España o una Ley de Memoria Histórica que reconoció el derecho de los descendientes de emigrantes a obtener la Nacionalidad, para que ahora acabemos en tanta precariedad?.
¿O habremos vuelto a los tiempos en que la legalidad era una ficción y que luego de elaborar leyes y dar instrucciones en un sentido, se envían instrucciones secretas ordenando todo lo contrario?.
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