La inmigración española aparece en Cuba desde el mismo momento de la conquista y hasta las décadas centrales del siglo XIX, pues esta traslación estuvo activa en toda la época colonial con un notable protagonismo en la vida social y política, que con la ocupación norteamericana, lejos de disminuir, sus dimensiones se amplían, multiplicándose en número en los primeros veinticinco años e incluso en un lapso algo más extenso.

Las cifras oficiales de inmigrantes españoles a Cuba están difuminadas en el tiempo y tergiversadas en sus fuentes originales por varios factores que es imposible abordar en estas líneas, pero hay autores que sitúan el número real un 20 % por encima que el consiganado «oficialmente». Según las cifras más difundidas a Cuba emigraron 1.294 290 españoles. Si consideramos la poca rigurosidad de estas estadísticas y aplicamos el pronóstico de que al menos era superior en un 20 %, entonces el número de emigrantes hispanos podría estar entre 1.5 y 2 millones, desde la conquista y colonización española hasta nuestros días.

Por estas y otras muchas razones Cuba constituye, si no el más grande en volumen, al menos el segundo lugar en acogida de emigrantes españoles en América, sólo superado por Argentina.

A estas cifras se añaden otros componentes de índole sentimental y de cercanía entre la Isla caribeña y España, que intentaremos recrear en esta página.

Especial relevancia tiene en nuestro objetivo el importante crecimiento de la población española actualmente en Cuba debido a la Ley de Memoria Histórica o de Nietos, que permitirá en un futuro acoger a más de medio millón de ‘nuevos’ españoles. Téngase en cuenta que además de los 192 mil solicitudes de nacionalidad entre 2009 y 2011, se suman las de los hijos menores y los cónyuges de estos, haciendo que la población hispana sea aún más significativa en la Isla.